¿Cómo dar el mantenimiento adecuado a las camas articuladas? Una vez que has comprado una cama con somier y colchón articulado, ¿qué tienes que hacer para poder alargar su vida útil lo máximo posible?
Una de las características de las camas articuladas es que suelen estar destinadas a un uso intensivo. Por lo general, las personas que las necesitan, es decir, las que presentan dificultades de movilidad o una más avanzada edad, pasarán más horas al día en la cama. Si hablamos de centros geriátricos, residencias y hospitales, esa cama probablemente la utilizarán diferentes personas a lo largo de un año.
Si ya tienes camas geriátricas y no están en buenas condiciones, es esencial reemplazarlas. Puede que sea la cama lo que está averiado, o el colchón geriátrico, que conviene renovar cada cierto tiempo. En este sentido, es de gran importancia aplicar algunos consejos de mantenimiento para camas articuladas, lo que te ayudará a que se conserven en mejor estado.
Consejos para el mantenimiento de las camas articuladas
Hay varios aspectos que hay que tener en cuenta para el mantenimiento de una cama articulada para geriatría.
Debemos ser conscientes de que la seguridad del usuario que utiliza esta cama está en juego, por lo que es muy importante cumplir con unas reglas de mantenimiento.
1. Comprueba que no hay daños en las ruedas periódicamente
Si se acumula la suciedad en las ruedas, es posible que estas no se muevan bien. A la hora de trasladar a una persona mayor o un paciente enfermo, es muy importante que las ruedas se muevan con eficacia y sin impedimentos.
2. Asegúrate de que los tornillos de sujeción están bien apretados
Todos los tornillos de sujeción de las patas o de la cama deben estar bien ajustados. Con el tiempo, pueden tender a aflojarse por un excesivo uso, o si la persona tiende a moverse mucho en la cama.
3. Comprueba que no hay desgaste en los elementos mecánicos
El desgaste en los elementos mecánicos es otro de los problemas que puede producirse si no se hace un buen mantenimiento. Esto es algo que afecta a las camas mecánicas, aunque lo ideal es utilizar una cama eléctrica a motor, como la cama articulada Pórtol, que te permita mover la cama mediante un mando inalámbrico para que la persona usuaria se reincorpore o pueda tener los pies en alto.
4. Si es una cama eléctrica, revisa cables y enchufes
Cuando se trata de una cama geriátrica eléctrica, debemos comprobar que los cables y enchufes están en buen estado. Esto ayudará a evitar que por problemas del cableado la cama no pueda funcionar en algunos momentos, retardando que el usuario pueda utilizarla a su gusto hasta que esté reparada. También es esencial para evitar cualquier tipo de accidente con cables pelados.
5. Limpia la cama periódicamente
Es muy importante que limpiemos la cama en cada una de sus partes. Para ello, debemos asegurarnos de que los cables están desenchufados. Para evitar cualquier problema, podemos meter el cable de alimentación en una bolsa o tenerlo recogido con unas gomas o alambres para mayor seguridad.
Es necesario limpiar no solamente el somier, sino también las partes bajas de la cama, en caso de que se trata de una cama articulada con canapé abatible. Limpiaremos con productos de limpieza adecuados para madera en el interior y exterior del canapé y un paño húmedo para el bastidor metálico, pero sin empaparlo.
No es correcto utilizar productos de limpieza muy agresivos, que puedan dañar el bastidor o la madera. Evita además cualquier material corrosivo, ya que esto puede perjudicar al bastidor de metal de muchas camas geriátricas.
6. Comprueba que los frenos funcionan
Los frenos de las camas articuladas son un elemento de seguridad imprescindible. Debemos comprobar que su funcionamiento es eficaz de manera periódica, ya que de no ser así la cama requeriría sujeción manual para evitar que pueda resbalarse al desplazarla por el suelo si éste está ligeramente inclinado.
7. No abuses de la resistencia de la cama
Hay camas geriátricas muy resistentes, pero debemos tener siempre en cuenta las instrucciones del fabricante. Eso quiere decir que si una persona tiene un peso demasiado elevado, la cama puede no ser la más adecuada para él y provocarle dolores y que la cama se deteriore con mayor celeridad.
Hay que tener en cuenta tanto el peso de la persona que va a dormir en ella, como sus dimensiones (Alto, ancho y grosor). Si no tienes camas del tamaño adecuado, no debes forzar a la persona a utilizarla, ya que especialmente si se trata de una persona mayor o alguien enfermo, puede presentar luego dolores musculares u otros problemas de salud.
En nuestra tienda online tienes la ventaja de que podrás encontrar diseños de camas con distintos largos y anchos. Por ejemplo, la cama geriátrica Gerimatic puedes comprarla en medidas de hasta 200 cm de largo y 105 cm de ancho:
¿Cada cuánto tiempo limpiar la cama geriátrica?
Lo ideal es que puedas hacer una inspección regular cada mes o cada dos meses. No obstante, hay que actuar con rapidez si se observa a simple vista algo anormal, ya que los accidentes no suceden nunca con previo aviso.
Con todo, puedes tener la tranquilidad de que las camas geriátricas que tienes en La Tienda 3b’s son productos de altísima fiabilidad, calidad y seguridad. Se han hecho pensando en las personas con mayores necesidades de cuidado y confort, por lo que son camas robustas, con una larga vida útil y de una gran resistencia.
Existen además servicios de mantenimiento de camas eléctricas para geriatría, que te pueden enviar a un técnico experto para comprobar que se encuentran en buen funcionamiento o hacer cualquier reparación. Se recomienda acudir a estos servicios al menos para hacer una revisión manual de las camas.